martes, 3 de septiembre de 2013

LA HUIDA DESMESURADA DE GRIÑÁN


 José Antonio Griñán presentó, el pasado martes 27 de Agosto, su dimisión como Presidente de la Junta de Andalucía ante el Consejo de Gobierno, por lo que Susana Díaz se convertirá en la nueva Presidenta de la Junta tras el Debate de Investidura que tendrá lugar en el Parlamento de Andalucía a partir de mañana miércoles y que se prolongará hasta el jueves día 5 de septiembre. 



Asistiremos al cuarto debate de investidura en apenas cinco años (Chaves-Griñán-Griñán-Díaz), dos provocados por las urnas, tras las elecciones, y solamente uno con el PSOE como partido más votado en unas autonómicas. No obstante, no es esto lo más destacable del cambio producido, sino la causa que lo ha provocado. No hace ni dos meses que Griñán afirmaba ante el Parlamento que terminaría la legislatura y hace una semana dimitía… 
¿Qué ha pasado desde entonces para tan súbito cambio de opinión?, pues que la juez Alaya, dentro de sus investigaciones en el caso de los ERES fraudulentos, ha ido cerrando el cerco alrededor de Griñán y éste se ha sentido tan amenazado que ha decidido abandonar.

Griñán y el PSOE hablan de un ataque contra el partido y a Andalucía, por parte de la juez Alaya. ¿Perdón? ¿Ataque de la justicia? ¿Contra el PSOE? ¿Contra Andalucía?. En primer lugar, la justicia no ataca, en todo caso decide y condena a quien va contra la Ley. En segundo lugar, no entiendo esa asimilación de Andalucía con el PSOE. Andalucía no es el PSOE, nuestra comunidad no se identifica, no puede hacerlo, con los fraudes en los ERES, en los fondos de formación, con un gobierno regional que actúa en connivencia con unos sindicatos que desvían fondos públicos y que no sirven, en absoluto, a los intereses de los trabajadores.

Griñán ha mentido, nos ha querido engañar a los andaluces. Primero lo hizo cuando afirmó que continuaría toda la legislatura… y apenas un año después de conseguir la Presidencia abandona el barco. También nos ha defraudado en lo referente a los ERES fraudulentos. El PSOE andaluz, con Susana Díaz y Mario Jiménez a la cabeza, empezó hablando de cuatro golfos, de pocos euros defraudados, y hoy hay ya más de una veintena de condenados, medio centenar de imputados y millones de euros, que deberían haber sido destinados a los andaluces desempleados más necesitados, desviados para el enriquecimiento de muchos y no sabemos para qué más (financiaciones, compras de votos… No me atrevería a aventurarlo). Los mismos que hablaban de que era un caso puntual que no manchaba a nadie ahora se ven en la obligación de reconocer la gravedad del asunto. Griñán y Valderas han llegado a comentar que está dañando la imagen de la Junta de Andalucía.

Pero Griñán no se va sin más, no se jubila, como había afirmado que haría a los periodistas, sino que será enviado por el PSOE al Senado, por lo que mantendrá su condición de aforado, lo que le permitirá mantenerse al margen de los veredictos judiciales. ¿Tiene Ud. miedo, Sr. Griñán? ¿Acaso oculta algo y por eso esa huida desmesurada?.

Lo que queda claro es que se va un presidente que lo ha sido en dos legislaturas distintas y nunca fue elegido por los andaluces. Llegó con una tasa de paro muy alta (17,8%) pero se va con unos índices aterradores, que nos dejan a la cola, no ya de España, sino de Europa al completo (35,7%). El fracaso escolar, la gran deuda a las universidades andaluzas por parte de la Junta, el elevado déficit público… Invercaria, el desvío en los fondos de formación o la gestión irregular en la “hermana” UGT- Andalucía son otros muchos casos de corrupción que manchan la imagen de la Junta de Andalucía.



 Mucho tendrá que trabajar Susana Díaz, en su futuro en la presidencia de la Junta de Andalucía, que como es típico en el PSOE, le han adjudicado a dedo,  para arreglar este desaguisado al que nos tienen sometidos a  Andalucía y todos los Andaluces y Andaluzas.

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