TÚ SÍ, TÚ NO.
Quizás uno de los momentos más felices de una pareja, donde se manifiesta físicamente todo el amor que se está dispuesto a derrochar por el otro, se concentra cual gota del más exquisito perfume en ese día tan especial, el día de la BODA.
Decimos “adiós” a nuestro pasado junto a quienes nos dieron la vida tomando el testigo que nos llevará a formar una nueva familia, y como si de un guiño al corazón se tratase, dibujar a diario en compañia una sonrisa que suavice el peso de la vida.
Incalculables detalles hacen de este día tan especial una marca grabada a fuego en la memoria de los amantes novios. Los invitados, el traje, el viaje, el banquete,… y como no, LA CEREMONIA. Acto alrededor del cual gira todo lo demás, el epicentro de esta manifestación de amor, donde los seres más queridos regalan a los novios las expresiones de afecto más puras y sentidas que sus corazones dictan.
Actualmente y gracias a la LIBERTAD que en este ESTADO DE DERECHO los españoles y españolas poseen, son varias las opciones ceremoniales que tienen por desenlace la unión de una pareja. Pero donde aún parece que esta LIBERTAD se ve encadenada, es a la hora en la que LOS PROTAGONISTAS de la misma puedan decidir quién será la persona que los una en matrimonio civil.
¿Por qué en Valverde del Camino existen privilegios dentro de los miembros de un equipo de gobierno, donde concejales de diferentes partidos políticos deberían de gozar de idénticos derechos y deberes en muchas de sus funciones? ¿Por qué tú sí y tú no? ¿Por qué privar a un concejal de hacer feliz a una pareja de amigos o familiares que desean de modo expreso que celebre su enlace dándole este beneplácito a otro u otra?
Hagamos una reflexión sobre el sentido de la política en nuestra sociedad. ¿Está el político para trabajar por el pueblo o para usar el pueblo a su antojo?
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