Hoy, día 1 de Diciembre, se celebra el Día Mundial de la lucha contra el SIDA.
Numerosas son las personas afectadas por esta lacra social, la pandemia más importante de la historia más reciente de la humanidad.
Muchas son las instituciones que desde su atención sanitaria y formativa contribuyen a aminorar la marcha de una enfermedad, que como tantas otras, no distingue entre sexo, raza, condición ni edad.
La información es la principal herramienta que tenemos en nuestras manos para evitar seguir engrosando una larga lista de personas contagiadas, enfermas o ya fallecidas por esta causa.
Las transmisiones sexuales y parentales (a través de la sangre) son las más frecuentes y evitables. El uso de preservativo así como la higiene personal (jeringuillas y cuchillas de afeitar desechables, al igual que todo aquello que tenga contacto directo con la sangre) son medidas que garantizan riesgo cero en el contagio de la enfermedad. No siendo igual en transmisiones verticales (de madres a hijos) que se presentan como ineludibles, condicionando nacimientos de niños y niñas sellados por el VIH.
El SIDA no está ni tan lejos ni tan cerca, está ahí, puede que entre nuestros familiares, amigos, vecinos, compatriotas o congéneres de otra raza, cultura y nación.
La lucha contra esta enfermedad comienza con la lucha contra su desconocimiento.
Hazte instrumento para su prevención, sé palabra y vayamos más allá de nuestra piel contribuyendo al bienestar de la comunidad humana.
Hazte instrumento para su prevención, sé palabra y vayamos más allá de nuestra piel contribuyendo al bienestar de la comunidad humana.
NO A LA DESINFORMACIÓN, NO AL SIDA.
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